5 mitos sobre el VIH que debes conocer (y luego compartirlo con los demás)
Es importante aclarar algunos conceptos relacionados con el VIH y el SIDA, así como corregir algunos mitos comunes que, seguramente, has escuchado más de una vez.
Mito 1. El VIH es lo mismo que el SIDA
Realidad. El VIH (Virus de Inmunodeficiencia Humana) y el SIDA (Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida) no son lo mismo. El VIH es el virus que, si no se trata a tiempo, puede llevar al SIDA.
Una persona puede estar infectada con el VIH y no tener SIDA. El SIDA es el estadio avanzado de la infección por VIH, caracterizado por una disminución severa de la función inmunológica.
Mito 2. El VIH es una sentencia de muerte
Realidad: Con los avances en el tratamiento del VIH, muchas personas que viven con el virus pueden llevar vidas saludables y productivas. Los medicamentos antirretrovirales (ARV) pueden controlar la replicación del virus y permitir que las personas vivan con VIH durante muchos años sin desarrollar SIDA. Sin embargo, el acceso temprano al tratamiento es crucial para el éxito del manejo a largo plazo.
Mito 3. Si uso preservativo no me voy a contagiar de VIH
Realidad: El uso correcto y consistente de preservativos puede reducir significativamente el riesgo de transmisión del VIH y otras infecciones de transmisión sexual (ITS). Sin embargo, no es una garantía absoluta.
Además, los preservativos no protegen contra todas las formas de contacto sexual que pueden transmitir el VIH, como el contacto con fluidos vaginales, rectales o bucales infectados.
Mito 4. El VIH solo afecta a ciertos grupos de personas
Realidad: El VIH puede afectar a cualquier persona, independientemente de su género, orientación sexual, raza, edad o clase social. Es cierto que algunas poblaciones están más afectadas debido a factores socioeconómicos y de acceso a la atención médica, pero cualquier persona puede contraer el VIH si participa en prácticas de riesgo sin protección.
Mito 5. Si tienes el VIH, siempre puedes saberlo por los síntomas visibles
Realidad: Muchas personas infectadas con el VIH pueden no experimentar síntomas inmediatos. Algunas personas pueden vivir durante años sin darse cuenta de que están infectadas. Además, los síntomas del VIH pueden variar y no ser específicos, como fiebre, fatiga y pérdida de peso, lo que hace que sea difícil identificar la infección solo por los síntomas.
La única manera de confirmar si tienes el VIH es mediante la realización de pruebas específicas para detectar la presencia del virus en tu organismo.
En Examedi realizamos el examen de VIH a domicilio, específicamente el Test de Elisa VIH, el cual consiste en una prueba de anticuerpos que busca la presencia de anticuerpos contra el VIH en la sangre. Estos anticuerpos son producidos por el cuerpo en respuesta a la infección.