5 razones para no comer alimentos con hongos
Razones para no comer alimentos con hongos
Cuando descubres un poco de moho en tu comida, podría ser tentador simplemente cortar la parte afectada y comer el resto, pero esta práctica puede ser más riesgosa de lo que parece.
Aquí te explicamos por qué deberías pensar dos veces antes de hacerlo y por qué es mejor evitar el consumo de alimentos con moho.
1. Los hongos son más profundos de lo que parecen
El moho que ves en la superficie de los alimentos es solo la parte visible del organismo. Los hongos desarrollan raíces microscópicas, conocidas como hifas, que penetran profundamente en el alimento. Aunque cortes la parte visible del moho, es muy probable que las partes invisibles permanezcan y puedan causar problemas de salud.
2. Producción de sustancias tóxicas
Algunos tipos de moho producen micotoxinas, que son sustancias tóxicas que pueden ser muy dañinas para la salud humana. Estas toxinas pueden causar una variedad de efectos adversos, desde problemas digestivos hasta serias afecciones como el cáncer o daños en el hígado, dependiendo del tipo de moho y de la cantidad de exposición. Las micotoxinas pueden permanecer en los alimentos incluso después de cortar la parte mohosa, ya que no son visibles a simple vista.
3. Riesgos específicos para la salud
El consumo de alimentos con moho puede provocar reacciones alérgicas y problemas respiratorios en algunas personas, especialmente en aquellas con alergias existentes o asma. Además, las personas con sistemas inmunológicos comprometidos, como los pacientes de cáncer, las personas que toman medicamentos inmunosupresores, las personas mayores y los niños, son particularmente susceptibles a las infecciones por moho.
4. Difícil de determinar el tipo de moho
Hay miles de tipos de moho y solo un experto puede determinar qué tipo estás observando, junto con sus posibles riesgos. Algunos mohos son relativamente inofensivos, pero otros, como el Aspergillus, el Penicillium, o el Stachybotrys, pueden ser particularmente peligrosos.
5. No todos los alimentos se ven afectados iguales
Es importante notar que algunos alimentos duros, como los quesos curados, pueden manejar un poco de moho de manera diferente. En estos casos, cortar al menos una pulgada alrededor y por debajo del moho puede ser seguro, según las recomendaciones de la FDA. Sin embargo, en alimentos blandos y porosos, como el pan, la fruta y las verduras, el moho debe considerarse una señal para desechar el producto completamente.
¿Cómo saber si una comida tiene hongos?
Para saber si una comida tiene hongos, puedes buscar ciertas señales visuales, táctiles y olfativas. Aquí te explico cómo identificar la presencia de moho en los alimentos:
1. Inspección visual
El moho puede presentarse de varias maneras. A menudo parece una capa esponjosa o aterciopelada que puede variar en color, incluyendo blanco, verde, negro, azul, amarillo o incluso rosa.
2. Cambio de color
Además de las manchas obvias de moho, cualquier cambio inusual en el color del alimento puede ser una señal de advertencia. Por ejemplo, manchas oscuras en frutas y verduras o decoloraciones en productos lácteos y panes pueden indicar la presencia de moho.
3. Textura
El moho puede hacer que las partes del alimento se sientan blandas, esponjosas o pegajosas. Si notas que una parte del alimento tiene una textura diferente al resto, especialmente si está más suave o descompuesta, podría haber moho presente.
4. Olor
El moho a menudo produce un olor distintivo que puede ser descrito como a tierra o a moho. Si un alimento desprende un olor extraño o desagradable, es probable que esté mohoso o estropeado.
5. Caducidad y almacenamiento
Revisa las fechas de caducidad y considera cómo ha sido almacenado el alimento. El almacenamiento inadecuado, como dejar los alimentos a temperatura ambiente cuando deberían estar refrigerados, puede favorecer el crecimiento de moho.
- Siempre presta atención a la humedad: los alimentos almacenados en ambientes húmedos son más susceptibles al moho.
- Si tienes dudas sobre la seguridad de un alimento, es mejor desecharlo para evitar riesgos para la salud.