Salud

8 síntomas de insolación y consejos para prevenirlos

El verano es la estación del año favorita para muchos, pero también es importante recordar que el aumento en la exposición al sol puede llevar a problemas de salud, uno de los cuales es la insolación.

La insolación en niños y adultos es muy común durante el verano. Por eso, en este post te contamos en detalle qué es la insolación, sus síntomas, tratamiento y métodos de prevención.

Agendar telemedicina

¿Qué es la insolación?

La insolación, también conocida como golpe de calor, es una condición médica que ocurre cuando el cuerpo se sobrecalienta debido a la exposición prolongada y excesiva a altas temperaturas y a la radiación solar. Esta situación puede ser peligrosa y potencialmente mortal si no se trata adecuadamente.

Causas de la insolación

La insolación generalmente se desarrolla cuando el cuerpo no puede regular su temperatura interna de manera eficiente debido a factores como:

Exposición al sol. Pasar largos períodos bajo el sol directo, especialmente durante los días calurosos, puede aumentar el riesgo de insolación.
Deshidratación. La falta de líquidos en el cuerpo dificulta la capacidad de sudar y, por lo tanto, enfriarse.
Actividad física intensa. Realizar ejercicios extenuantes en climas cálidos puede elevar la temperatura corporal.
Ropa inapropiada. Vestir ropa pesada o inadecuada para las altas temperaturas también contribuye a la insolación.

¿Cuáles son los síntomas de una insolación?

Los síntomas de la insolación en niños y adultos pueden variar en gravedad, pero los más comunes incluyen:

Dolor de cabeza intenso. El dolor de cabeza asociado con la insolación es generalmente un dolor agudo y palpitante en la parte frontal de la cabeza. Puede sentirse como una presión intensa y constante, que puede aumentar en intensidad con el tiempo.
Piel caliente y enrojecida. La piel afectada por la insolación se siente caliente al tacto debido al aumento de la temperatura corporal. La piel también puede volverse roja o enrojecida debido a la dilatación de los vasos sanguíneos en un esfuerzo por liberar calor del cuerpo.
Sudoración excesiva o falta de sudor. En las etapas iniciales de la insolación, es común experimentar sudoración excesiva como un mecanismo de enfriamiento del cuerpo. Sin embargo, a medida que la insolación avanza, la sudoración puede disminuir o incluso detenerse, lo que es un signo preocupante de deshidratación y sobrecalentamiento del cuerpo.
Náuseas y vómitos. La insolación puede causar una sensación persistente de náuseas, seguida a menudo de vómitos. Esto se debe a la respuesta del sistema gastrointestinal a la elevada temperatura corporal y la deshidratación.
Mareos o desmayos. La falta de regulación de la temperatura corporal puede afectar negativamente la circulación sanguínea y la presión arterial, lo que puede provocar mareos o incluso desmayos. Estos síntomas son indicativos de que el cuerpo está luchando para mantener su funcionamiento normal.
Confusión mental o irritabilidad. La insolación puede afectar el funcionamiento del cerebro y dar lugar a síntomas como confusión mental, dificultad para concentrarse, desorientación y cambios en el estado de ánimo. La irritabilidad es común debido al malestar general y la sensación de malestar.
Pulso rápido y fuerte. Un pulso rápido y fuerte es una respuesta del cuerpo para intentar mantener el flujo sanguíneo y la oxigenación de los órganos vitales cuando se enfrenta a la insolación. Esto puede ser un signo de que el corazón está trabajando en exceso para compensar el estrés térmico.
Convulsiones (en casos graves). En casos extremadamente graves de insolación, el cerebro puede verse afectado de manera significativa, lo que puede resultar en convulsiones. Las convulsiones son episodios incontrolables de movimientos musculares y pueden ser un signo de emergencia médica.

Es importante reconocer estos síntomas y tomar medidas inmediatas si alguien los experimenta mientras está expuesto a altas temperaturas, ya que la insolación puede progresar rápidamente y ser potencialmente mortal si no se trata adecuadamente.

Prevención de la insolación

La prevención es clave para evitar la insolación. Aquí hay algunas medidas que puedes tomar:

Mantente hidratado. Bebe agua regularmente, incluso si no sientes sed. Evita el alcohol y la cafeína, ya que pueden deshidratarte.
Viste ropa adecuada al clima. Usa ropa ligera, de colores claros y sombreros de ala ancha para protegerte del sol.
Prefiere lugares con ventilación y sombra. Evita la exposición directa al sol durante las horas más calurosas del día y busca sombra cuando sea posible.
Limita la actividad física. Reduce la actividad física intensa en días extremadamente calurosos.

¿Qué es bueno para la insolación?

Si tu hijo o alguien muestra signos de insolación, es fundamental tomar medidas de inmediato:

Llévalo a un lugar fresco y sombrío. Deja de exponerlo al sol de inmediato y llévalo a un lugar donde esté a la sombra o en un ambiente con aire acondicionado. La reducción de la temperatura corporal es crucial.
Afloja la ropa. Quítale la ropa pesada y ajustada para permitir que el cuerpo se enfríe más eficientemente.
Ofrece líquidos. Dales agua o una bebida deportiva que contenga electrolitos para ayudar en la rehidratación. Asegúrate de que esté bebiendo gradualmente y no dejes que beba demasiado rápido.
Refresca la piel. Puedes mojar la piel con agua fresca o aplicar compresas frías (no heladas) en su frente, cuello y axilas para ayudar a bajar la temperatura corporal. No uses agua extremadamente fría, ya que esto puede causar un choque térmico.
Monitorea los síntomas. Mantén ojo en los síntomas de insolación y busca signos de mejora o empeoramiento. Los síntomas graves, como confusión, convulsiones o pérdida de conciencia, requieren atención médica inmediata.
Consulta a un profesional de la salud. Si los síntomas de insolación no mejoran o empeoran después de tomar estas medidas iniciales, agenda una hora en telemedicina instantánea o busca atención médica de emergencia. La insolación puede ser peligrosa y requerir tratamiento especializado.

Siempre es importante estar consciente de los síntomas y cuidar de nosotros mismos y de quienes nos rodean cuando las temperaturas aumentan significativamente. La prevención y la acción rápida son clave para mantenernos seguros y saludables durante los meses de verano.

¿Cuánto dura la insolación?

En general, los síntomas leves de insolación, como dolor de cabeza, sudoración excesiva y enrojecimiento de la piel, pueden mejorar en unas pocas horas una vez que se toman medidas de enfriamiento y rehidratación.

Sin embargo, en casos más graves de insolación, donde los síntomas incluyen confusión mental, náuseas y vómitos, mareos, pulso rápido y fuerte, o convulsiones, la recuperación puede llevar más tiempo y requerir atención médica. En estos casos, el tiempo de recuperación puede ser de varios días.

Es fundamental tener en cuenta que la rapidez con la que se busca atención médica y se implementa el tratamiento adecuado puede marcar una gran diferencia en la duración y el pronóstico de la insolación.

¿Puede dar insolación sin presentar quemaduras en la piel?

Sí, es posible sufrir insolación sin presentar quemaduras en la piel. La insolación y las quemaduras solares son dos problemas relacionados con la exposición excesiva al sol y al calor, pero son distintos en su naturaleza y síntomas.

La insolación se produce cuando el cuerpo se sobrecalienta debido a la exposición prolongada a altas temperaturas y la radiación solar. Por otro lado, las quemaduras solares son el resultado de una exposición excesiva al sol que causa daño en la piel.