Hambre fisiológica y hambre emocional: Cuatro diferencias clave

Hambre fisiológica y hambre emocional: Cuatro diferencias clave

El comer está ligado a la supervivencia y por tanto es inherente al ser humano y su funcionamiento. Pero no es solamente un acto vital, ya que tiene muchos factores asociados, entre ellos, las emociones.

Desde niños nos premiaban (si te sacas un 7, vamos por un completo 🤤) o nos castigaban (no te comiste todo, no hay postre 😣) con la comida y el cerebro registra esa información y la integra en la vida cotidiana. Estos patrones los repetimos de adultos.

Veamos dentro de nuestras cabecitas

En el hipotálamo se alojan los centros del hambre y de la saciedad, el hambre fisiológica se origina por la rotura del equilibrio homeostático entre las hormonas activando el centro del hambre, generando la necesidad de nutrirnos en ese momento. Sin embargo cuando aparece el hambre emocional, no hay necesidad real de alimentarnos, y son nuestras emociones las que toman el control.

¿Cómo las identifico?

  • El hambre emocional es repentina, mientras que el hambre fisiológica es gradual y paulatina.
  • El hambre emocional es urgente, mientras que el hambre fisiológica puede hacerse esperar.
  • El hambre emocional requiere de comidas específicas, mientras que el fisiológico está abierto a diferentes opciones.
  • El hambre emocional no se satisface al sentir plenitud, mientras que el hambre fisiológica se acaba al estar satisfecho.

Es importante no demonizar el comer “algo rico”, porque lo necesitamos de vez en cuando. Lo trascendental es saber distinguir qué tipo de hambre es el que manda y el sentimiento que los provoca. De esta manera no usamos la comida como un silenciador del hambre emocional, ya sabemos qué lo provoca, somos conscientes de aquello.

  • Con ese nuevo conocimiento podemos hacernos cargo de dicho desencadenante, ya sea estrés, pena, rabia, alegría, lo que sea. Y así tendremos una relación sana con la comida.

En nuestra servicio de nutrición, Exanutri, te acompañamos para que aprendas estas diferencias y mejores tu relación con la comida. Podrás sentirte una persona plena y cambiar la relación que tienes con tu salud 🙂