Mujeres poderosas en startups 🚀

Mujeres poderosas en startups 🚀

Nueve de cada diez mujeres reportan que les gustaría ostentar un cargo directivo, pero si les preguntas si creen que lo van a lograr solo tres de diez lo creen posible. Esto lo leí en un periódico en México hace un tiempo.

Hace una década, una mujer joven como yo no hubiese tenido un cargo ejecutivo en una de las startups más prometedoras de Chile: Examedi, pero hoy es algo real y aunque sean pocos los casos, me siento privilegiada de poder contarlo.

Feminismo

Cuando decidí estudiar ingeniería civil lo hice por muchas razones, pero la más significativa es porque viví la desigualdad de Chile y sentía la necesidad  de ganarle al sistema y ayudar a mejorar la sociedad.

Pensaba en cómo ayudar a mejorar, aunque sea un poco, y creía que la forma correcta era estudiar para salir adelante.  Pese a las dificultades del entorno se sumaron muchísimas cosas en contra con las que no esperaba encontrarme: una carrera para hombres, una carrera difícil, la desigualdad en educación y más.

Siempre he sido idealista, lucho por lo justo y por las minorías  y creo ser alguien que logra lo que se propone, pase lo que pase, por lo mismo comenzaron a surgir diferentes cuestionamientos respecto al feminismo y a mi misma.

  • El feminismo aboga por la igualdad de derechos para todos, es un movimiento que lucha porque hombres y mujeres tengan los mismos derechos y oportunidades. En donde cada ser se sienta seguro y cómodo con su forma de ser, de pensar y de sentir y no existan paradigmas que nos pongan límites.

Cuestionamientos

Mientras escribía esto, pensaba en dar un enfoque de mujer power que jamás se cuestionó a dónde podía llegar ni sus habilidades, porque felizmente hoy mis pensamientos actuales borraron los que tenía anteriormente y me considero una mujer segura. Sin embargo, creo que es importante mencionar y cuestionar que probablemente todas hemos tenido pensamientos erróneos acerca de nosotras, de lo que somos, de lo que valemos y que incluso, aún nos cuesta cambiar esos paradigmas.

Durante mi vida universitaria pasé por muchas etapas, algunas en que me sentía muy segura de sí misma y en otras en donde me cuestionaba todo. A veces me cuestionaba cuando me iba bien en una prueba y lo atribuía a factores externos, incluso a la suerte.

Recuerdo cuando hice un curso de programación, el cual era muy difícil para mí, llegué a pensar que los hombres tenían mejores habilidades en ramas como la computación. Por otro lado, recuerdo cuando le preguntaba cosas a los profesores, mis compañeros siempre decían que los profesores me ayudaban por ser mujer o que yo opinaba para llamar la atención.

¿Cuántas veces hemos tenido este tipo de pensamientos en el pasado? ¿A cuántas nos han llegado comentarios haciendo distinción entre las habilidades entre hombres y mujeres? ¿A cuántas no nos han dicho que por ser mujeres nos ayudan más? y podría seguir mencionando un sin fin de comentarios y frases aludiendo a lo mismo.

La etapa en México

En mi trabajo anterior me ascendieron y me dieron la misión de ir a México, un nuevo mercado. Lógicamente le bajé el perfil a la situación y no creía que me había ganado este rol por mi esfuerzo, sino porque no había ninguna persona más, o que nadie había aceptado.

Creo que hoy en día aún me cuestiono donde estoy y trato de buscar excusas para justificar mi cargo. Sin embargo, en retrospectiva solo veo que es algo que la sociedad nos ha autoimpuesto, me cuestiono si todos podrían lograr lo mismo independiente de su personalidad y de quiénes son.

Si pudiese mencionar qué me ha ayudado a ser quien soy, es la fuerza que tengo, de sentarme frente a quien sea y disponer mis ideas, el no quedarme callada y velar por lo que es justo. Aunque me aqueja pensar que quizás otras personas no tienen la misma suerte.

Por eso, hoy invito a la sociedad y a las mujeres a cuestionarse cada una de estas creencias fundadas en estándares sociales, ya sea en sus casas, en sus trabajos o en cualquier parte. No podemos quedarnos calladas y callados frente a ningún comentario, hoy es nuestro deber alzar la voz y velar por las nuevas generaciones, ya que el cambio lo hacemos todas y todos.

Recuerden que ser mujer y profesional hoy en día es un privilegio, muchas veces normalizamos las oportunidades y derechos, pero llegar hasta acá costó muchísimo. Las injusticias que vivíamos hace años por ser mujeres hoy han disminuido, pero aún falta.

Tú puedes ser quien quieras ser, estudiar, ocupar un cargo importante, ser independiente, y lo más importante es que luches por tus objetivos y que nunca dejes de soñar.

Es importante reflexionar acerca de quiénes somos y cómo nos enfrentamos a esta sociedad y que no importa si eres mujer u hombre, lo importante es la clase de ser humano que eres.

Espero que algún día todas las mujeres que reportan que les gustaría ostentar un cargo directivo, ni siquiera se lo cuestionen.