Otitis: síntomas, causas y consejos para tratarla correctamente
La otitis, una inflamación dolorosa del oído, es una afección común que puede afectar a personas de todas las edades.
En este post, exploraremos en profundidad la otitis, incluyendo sus síntomas, tratamiento y, lo que es crucial para la temporada de piscina, consejos para prevenir esta molestia durante tus actividades acuáticas.
¿Qué es la otitis?
La otitis se refiere a la inflamación del oído, que puede afectar el oído externo (otitis externa) o el oído medio (otitis media). En este contexto, nos centraremos principalmente en la otitis externa, que es más comúnmente conocida como "oído de nadador".
¿Cómo saber si tengo otitis? 5 síntomas para estar alerta
Los síntomas de la otitis pueden variar, pero los más comunes incluyen:
- Dolor de oído. El dolor de oído es uno de los síntomas más prominentes de la otitis. Puede variar en intensidad, desde una molestia leve hasta un dolor agudo y punzante. El dolor suele estar localizado en el oído afectado y puede empeorar al mover la cabeza o al presionar el trago externo.
- Picazón. La picazón en el oído es otro síntoma común de la otitis. La sensación de picor puede ser persistente y puede llevar a la tentación de rascar o introducir objetos en el oído para aliviar la molestia. Sin embargo, rascarse el oído puede empeorar la situación y aumentar el riesgo de infección.
- Enrojecimiento e inflamación. La piel dentro y alrededor del oído afectado puede volverse enrojecida e inflamada. Esta inflamación es una respuesta del cuerpo a la irritación y la infección. El oído externo puede hincharse, y el canal auditivo puede parecer más estrecho de lo normal debido a la inflamación.
- Secreción. La otitis a menudo se asocia con la secreción de líquido del oído afectado. Este líquido puede variar en color y consistencia, pero a menudo es amarillo o verdoso. La secreción es una señal de que el oído está lidiando con una infección o inflamación.
- Pérdida auditiva temporal. En algunos casos, la acumulación de líquido en el oído o la inflamación pueden causar una pérdida auditiva temporal. Esta pérdida auditiva suele ser leve y afecta principalmente la capacidad de escuchar sonidos suaves o distantes. Una vez que se trata la otitis y se resuelve la inflamación, la audición generalmente se recupera.
¿Por qué se da otitis?
La otitis y sus causas pueden variar según el tipo de otitis. Aquí se explican las principales causas de los diferentes tipos de otitis:
- Otitis Media Aguda. Este tipo de otitis se produce cuando el oído medio se inflama debido a una infección bacteriana o viral. Las causas comunes incluyen:
- Infecciones respiratorias superiores, como resfriados o gripes, que pueden propagarse al oído medio.
- Bloqueo del conducto de Eustaquio, que puede dificultar el drenaje del líquido del oído medio y favorecer la acumulación de bacterias.
- Exposición a factores de riesgo, como el tabaquismo pasivo o la exposición a ambientes con altas concentraciones de gérmenes.
- Otitis Media con efusión. Esta condición involucra la acumulación de líquido en el oído medio, generalmente después de una infección del oído medio. Las causas pueden incluir:
- Persistencia del líquido después de una otitis media aguda.
- Bloqueo del conducto de Eustaquio debido a alergias, infecciones respiratorias o problemas estructurales.
- Problemas de drenaje del oído medio.
- Otitis Media Crónica: En este caso, la otitis persiste durante un período prolongado o se repite con frecuencia. Las causas pueden involucrar:
- Infecciones recurrentes del oído medio.
- Problemas anatómicos en el oído.
- Mala respuesta del sistema inmunológico.
- Exposición continua a factores de riesgo como el humo del tabaco.
- Otitis Externa u oído de nadador. Esta afección involucra la inflamación del canal auditivo externo y puede ser causada por:
- Exposición al agua, especialmente si esta está contaminada o contiene bacterias.
- Daño a la piel del canal auditivo debido a la inserción de objetos extraños, como hisopos de algodón.
- Alergias cutáneas.
¿Cómo tratar la otitis?
Si experimentas los síntomas mencionados anteriormente, es importante buscar atención médica. La otitis y su tratamiento puede incluir:
- Gotas para la otitis: El tratamiento con gotas para el oído es comúnmente utilizado para tratar la otitis. Estas gotas pueden contener una combinación de antibióticos y corticosteroides. Es importante seguir las indicaciones del médico y las instrucciones del medicamento con precisión al usarlas.
- Analgésicos: Para aliviar el dolor asociado con la otitis, el médico puede recetar analgésicos de venta libre. Estos medicamentos ayudan a reducir la inflamación y a mejorar la calidad de vida durante el tratamiento.
- Limpieza del oído. En algunos casos, especialmente cuando hay una acumulación significativa de cerumen (cera de oído) u otros desechos en el canal auditivo, el médico puede necesitar realizar una limpieza del oído afectado. Esta limpieza se realiza de manera suave y cuidadosa para eliminar cualquier obstrucción que pueda estar contribuyendo a la otitis.
- Descanso del agua. Durante el tratamiento de la otitis, es importante evitar que entre agua en el oído afectado. El agua puede empeorar la infección o irritar el oído. Se recomienda el uso de tapones para los oídos o una protección especial durante el baño o las actividades acuáticas. Además, al secar el cabello, se debe evitar que el chorro de aire caliente del secador llegue directamente al oído.
Consejos para prevenir la otitis en la piscina
La otitis externa u "oído de nadador", es especialmente común en la temporada de piscina. Aquí tienes algunos consejos para prevenirla:
- Usa tapones para los oídos. Los tapones para los oídos son dispositivos diseñados para bloquear la entrada de agua en los oídos durante el contacto con el agua. Son especialmente útiles para personas propensas a la otitis o aquellas que nadan con frecuencia en piscinas o aguas abiertas. Al usarlos, asegúrate de que estén bien ajustados para evitar que el agua entre en el oído.
- Seca tus oídos: Después de nadar o de cualquier actividad que implique contacto con agua, inclina la cabeza hacia un lado para permitir que el agua salga naturalmente del canal auditivo. A continuación, seca suavemente los oídos con una toalla limpia y seca. No insertes la toalla ni ningún objeto en el oído, ya que esto puede empujar el agua más profundamente o dañar la piel delicada.
- Evita traumas. Nunca introduzcas objetos extraños en el canal auditivo, como hisopos de algodón, palillos u otros objetos puntiagudos. Estos objetos pueden causar daño a la piel del oído, aumentar el riesgo de infección y empeorar los síntomas de la otitis. Limpia tus oídos de manera suave y superficial, limitándote a la parte externa del oído.
- Mantén la piscina limpia. Si tienes la opción, elige nadar en piscinas que estén bien mantenidas y que sigan los estándares de limpieza y desinfección adecuados. El agua de piscinas limpias es menos propensa a albergar bacterias y otros microorganismos que puedan causar infecciones del oído.
- No nades en aguas contaminadas: Evita nadar en aguas que puedan estar contaminadas o en áreas donde la calidad del agua sea cuestionable, como aguas estancadas, ríos contaminados o playas con advertencias de calidad del agua. El contacto con aguas contaminadas aumenta el riesgo de infecciones del oído y otras enfermedades.
Si experimentas cualquier síntoma de otitis, como dolor de oído, secreción, picazón, pérdida auditiva o irritación, te recomendamos agendar una consulta de telemedicina. Esta modalidad ofrece una forma conveniente y segura de obtener un diagnóstico preciso y recibir orientación sobre el tratamiento adecuado.
Consecuencias de la otitis
La otitis, si no se trata adecuadamente o si se vuelve crónica, puede tener varias consecuencias y complicaciones potenciales como, por ejemplo:
- Pérdida auditiva
- Dificultades de aprendizaje y habla en niños
- Infecciones recurrentes
- Problemas de equilibrio
- Ruptura del tímpano
- Abscesos en el oído
- Retraso en el dsarrollo del habla
- Problemas de conducta y rendimiento escolar.
¿La otitis es contagiosa?
La otitis en sí misma no es una enfermedad contagiosa como una infección viral o bacteriana que se propaga de persona a persona a través de la exposición directa o el contacto cercano. Sin embargo, en algunos casos, la causa subyacente de la otitis puede ser infecciosa y transmitirse de una persona a otra. Por ejemplo:
- Otitis media aguda. Si la otitis media aguda es causada por una infección bacteriana o viral, la infección en sí misma no es contagiosa, pero la infección respiratoria que la precedió puede serlo. Esto significa que la misma infección que causó un resfriado o una gripe en una persona puede transmitirse a otra persona a través del contacto cercano o la exposición a gotas respiratorias.
- Otitis Externa. La otitis externa puede desarrollarse después de la exposición al agua contaminada o sucia. En este caso, la contaminación del agua puede ser la fuente de la infección y no necesariamente una persona infectada. Sin embargo, si una persona con otitis externa tiene secreciones del oído, es posible que estas secreciones puedan contener microorganismos infecciosos que podrían ser transmitidos si entran en contacto directo con el oído de otra persona.
En general, la otitis no se considera altamente contagiosa como algunas otras enfermedades infecciosas, pero es importante tomar precauciones para evitar la exposición a infecciones respiratorias o la entrada de agua contaminada en el oído para reducir el riesgo de desarrollarla.
¿Cuánto dura la sordera por otitis?
La duración de la sordera causada por una otitis puede variar significativamente según varios factores, incluyendo el tipo de otitis, la gravedad de la afección, la prontitud con la que se busca tratamiento y la respuesta individual de la persona al tratamiento.
- Otitis media aguda. La pérdida auditiva temporal causada por una otitis media aguda generalmente desaparece una vez que se trata la infección subyacente y se resuelve la inflamación en el oído medio. El tratamiento adecuado, como el uso de antibióticos si la otitis es de origen bacteriano, suele mejorar la audición en pocos días o semanas.
- Otitis Media con Efusión. En casos de otitis media con efusión, la pérdida auditiva puede persistir durante semanas o incluso meses después de la infección inicial. La acumulación de líquido en el oído medio puede afectar la audición temporalmente hasta que el líquido se resuelva por sí solo o se realice un tratamiento.
- Otitis media crónica. En casos de otitis media crónica, la pérdida auditiva puede ser permanente si no se trata adecuadamente. El tratamiento a largo plazo y la gestión de las infecciones recurrentes son esenciales para prevenir daños auditivos permanentes.
- Otitis externa u oído de nadador. La pérdida auditiva causada por una otitis externa suele ser temporal y se resuelve una vez que se trata la infección y se elimina la inflamación en el canal auditivo. Esto generalmente ocurre en unos pocos días o semanas después del tratamiento.