Bochornos en la menopausia: ¿Cómo aliviarlos?
Enfrentar bochornos o sofocos durante la menopausia puede ser un desafío, pero afortunadamente existen varias estrategias efectivas para aliviar esta incómoda realidad: ajustes en el estilo de vida, remedios naturales y, en algunos casos, intervenciones médicas, ofrecen un abanico de opciones para manejar estos episodios de calor súbito.
A continuación, te contamos cómo son los episodios de calor repentino en el cuerpo durante la menopausia y algunos consejos prácticos para ayudar en esta transición de la vida con mayor comodidad y confianza.
¿Cómo son los bochornos de la menopausia?
Los episodios de bochornos durante la menopausia se caracterizan por una sensación de calor repentino en el cuerpo.
Para entender mejor de que trata, te contamos más sobre los bochornos de la menopausia y sus síntomas:
- Sensación súbita de calor excesivo. Este es el sello distintivo de un bochorno. La sensación puede comenzar en el pecho, el cuello o la cara y extenderse rápidamente.
- Sudoración. La sudoración es una respuesta natural del cuerpo al aumento de la temperatura interna. Durante un bochorno, es común experimentar una sudoración profusa, particularmente en la parte superior del cuerpo. En ambientes frescos o durante la noche.
- Enrojecimiento de la piel. El enrojecimiento de la piel acompaña a menudo a los bochornos. La piel puede aparecer visiblemente más roja, especialmente en el rostro y el cuello, lo que es una reacción a la dilatación de los vasos sanguíneos en respuesta al aumento del calor.
- Palpitaciones. Algunas mujeres experimentan un aumento en la frecuencia cardíaca durante un bochorno. Estas palpitaciones pueden sentirse como un latido rápido o fuerte del corazón.
- Escalofríos después del episodio de calor. Después de la oleada de calor, el cuerpo intenta volver a su temperatura normal, lo que puede llevar a escalofríos. Este enfriamiento posterior puede ser incómodo, especialmente si la sudoración durante el bochorno ha sido intensa.
Sofocos de la menopausia, ¿cuánto duran?
La duración de los sofocos durante la menopausia puede variar significativamente de una mujer a otra, tanto en términos de la duración individual de cada episodio como del período total de tiempo durante el cual una mujer experimenta sofocos.
Los episodios individuales de sofocos pueden durar desde unos pocos segundos hasta varios minutos. En promedio, un sofoco dura entre uno y cinco minutos. Algunas mujeres experimentan sofocos que son relativamente breves, mientras que otras reportan episodios más prolongados.
En cuanto al periodo total durante el cual las mujeres experimentan sofocos, hay una amplia variabilidad:
- Corto plazo: Algunas mujeres pueden experimentar sofocos durante solo un corto tiempo alrededor del inicio de la menopausia.
- Mediano plazo: Para muchas, los sofocos pueden persistir durante varios años. Es común que los sofocos continúen durante todo el período perimenopáusico (la etapa antes de la menopausia) y los primeros años de la posmenopausia.
- Largo plazo: Un número significativo de mujeres reporta tener sofocos por una década o más después de la menopausia. En algunos casos, los sofocos pueden persistir más de 10 años.
¿Cómo aliviar los bochornos de la menopausia?
Desde vestir prendas frescas hasta evitar alimentos picantes, aquí hay algunas estrategias que han demostrado ser efectivas para muchas mujeres que experimentan sofocos o bochornos de la menopausia.
Mantén un ambiente fresco
- Dormir en un ambiente fresco y usar ropa ligera puede ayudar a reducir la frecuencia y severidad de los bochornos. Considera el uso de ventiladores o aire acondicionado durante los meses más cálidos.
Evita disparadores comunes
- Ciertos alimentos y bebidas, como el alcohol, la cafeína, los alimentos picantes y el tabaco, pueden desencadenar bochornos en algunas mujeres. Llevar un diario de síntomas puede ayudarte a identificar y evitar tus desencadenantes personales.
Ejercicio regular
- La actividad física regular puede ayudar a gestionar los bochornos. El ejercicio no solo ayuda a regular el termostato interno del cuerpo, sino que también mejora el estado de ánimo y el sueño.
Técnicas de relajación
- Prácticas como el yoga, la meditación y la respiración profunda pueden reducir el estrés, el cual es un conocido disparador de bochornos. Estas técnicas también pueden ayudar a manejar la ansiedad y mejorar la calidad del sueño.