Ansiedad al dormir: ¿Cómo conciliar el sueño y no sobrepensar?
Dormir bien es fundamental para nuestra salud física y mental, pero muchas veces, el estrés y las preocupaciones diarias nos lo impiden, provocando que suframos insomnio por ansiedad.
Si te encuentras dando vueltas en la cama, atormentado por tus pensamientos, estos 8 trucos te ayudarán a encontrar el descanso que mereces y a reducir el estrés nocturno.
¿Por qué no puedo dormir y me siento desesperado en la noche?
El insomnio por ansiedad o el estrés nocturno pueden ser causados por diferentes motivos, los que pueden incluir:
- Preocupaciones sobre eventos pasados o futuros pueden convertirse en el foco de tu atención cuando no hay otras distracciones.
- Uso de dispositivos electrónicos antes de dormir, la falta de rutinas de sueño regulares y el consumo de cafeína o alcohol pueden estimular en exceso tu mente.
- Tendencias a preocuparse o rumiar sobre problemas pueden ser más pronunciadas en la quietud de la noche.
- Personas con depresión o trastornos de ansiedad son más propensas a experimentar pensamientos negativos persistentes que pueden intensificarse por la noche.
- Quienes sufren de TOC pueden encontrar que sus compulsiones y obsesiones se vuelven más agudas cuando intentan relajarse y dormir.
- Las presiones del trabajo o el colegio pueden hacer difícil desconectarse por la noche, llevando a la preocupación sobre tareas pendientes o preocupaciones sobre el desempeño.
- Si pasas el día ocupado sin tiempo para procesar eventos o emociones, es posible que tu mente aproveche la quietud de la noche para hacerlo.
- Conflictos con parejas, familiares o amigos pueden ocupar tus pensamientos en la noche, cuando hay menos distracciones.
Ataque de ansiedad por la noche y sus síntomas
Un ataque de ansiedad por la noche, también conocido como ataque de pánico nocturno, puede ser una experiencia particularmente alarmante. Estos ataques pueden despertarte de repente, dejándote en un estado de intensa ansiedad y miedo sin una causa aparente.
Aunque los síntomas pueden variar en intensidad de persona a persona, los más comunes incluyen:
- Palpitaciones o ritmo cardíaco acelerado. Puedes sentir que tu corazón late muy fuerte o muy rápido.
- Sudoración. Experimentar un aumento repentino de la sudoración sin una razón física aparente.
- Temblores o sacudidas. Sentir temblores en el cuerpo o que tus extremidades tiemblan.
- Dificultad para respirar o sensación de asfixia. Puede parecer que no puedes obtener suficiente aire o que estás siendo sofocado.
- Sensación de ahogo o dolor en el pecho. Estos síntomas pueden ser particularmente alarmantes, ya que a menudo se confunden con los de un ataque cardíaco.
- Náuseas o molestias abdominales. Incluye sensaciones de indigestión o un malestar estomacal.
- Mareos, sensación de inestabilidad, o desmayo. Puedes sentirte inusualmente mareado o como si fueras a perder el equilibrio o desmayarte.
- Miedo a morir. Un temor abrumador e irracional de que tu vida esté en peligro inminente.
- Preocupación persistente sobre futuros ataques. El miedo a experimentar otro ataque de ansiedad puede llevar a un ciclo de ansiedad y preocupación que afecta tu capacidad para relajarte y dormir bien.
¿Qué pasa si pienso mucho en la noche?
La ansiedad durante la noche perjudica la calidad del descanso, impidiendo que tanto el cuerpo como la mente se regeneren adecuadamente durante las horas de sueño.
Esta situación afectan negativamente en el rendimiento que puedas tener al día siguiente y puede intensificar otros síntomas, incluyendo la irritabilidad, la falta de paciencia, así como dificultades en la concentración y en la capacidad de mantener la atención.
Aquí te explicamos con más detalle que pasa si sobrepiensas antes de dormir:
- Dificultad para conciliar el sueño. Los pensamientos intrusivos y el sobre pensamiento activan tu cerebro, haciéndolo más difícil de relajar y conciliar el sueño.
- Calidad del sueño disminuida. Incluso si logras dormirte, sobre pensar puede afectar la calidad de tu sueño, resultando en un sueño fragmentado o superficial.
- Aumento de la ansiedad y el estrés. Revivir preocupaciones o planificar compulsivamente puede aumentar los niveles de ansiedad y estrés.
- Fatiga diurna y problemas de concentración. La falta de un sueño reparador puede llevar a fatiga, dificultad para concentrarse y disminución del rendimiento durante el día.
¿Cómo calmar la ansiedad en la noche?
Para combatir el insomnio por ansiedad, recomendamos:
- Establecer una rutina relajante antes de dormir. Actividades como leer, meditar, o tomar una ducha pueden ayudar a señalarle a tu cuerpo que es hora de descansar.
- Limita la exposición a pantallas. La luz azul de dispositivos puede interferir con tus ritmos circadianos. Intenta evitar su uso una hora antes de dormir.
- Escribe tus preocupaciones. Anotar lo que te preocupa puede ayudarte a liberar esos pensamientos y planificar un momento específico al día siguiente para abordarlos.
- Practica la respiración profunda o la meditación. Estas técnicas pueden ayudar a calmar tu mente y reducir la ansiedad.
- Crea un ambiente propicio para dormir. Asegúrate de que tu habitación esté oscura, fresca y tranquila.
- Limita la cafeína y las comidas pesadas por la noche. Estos pueden mantener tu cuerpo en un estado de alerta y dificultar el sueño.
- Realiza ejercicio regularmente. El ejercicio puede mejorar la calidad de tu sueño, siempre y cuando no lo hagas demasiado cerca de tu hora de acostarte.
- Protege tu salud mental. Si encuentras que estas estrategias no son suficientes y la ansiedad nocturna está afectando significativamente tu calidad de vida, podría ser útil buscar el consejo de un profesional de la salud mental.