¿El frío reseca tu rostro? 12 cuidados de la piel en invierno
Cuidar la piel durante el invierno es crucial debido a que las bajas temperaturas, el viento, y la calefacción pueden afectar su barrera protectora, llevando a problemas como resequedad, enrojecimiento, y agrietamiento. Aquí te dejamos algunos consejos para cuidar tu piel en esta época del año.
¿Qué le pasa a la piel en invierno?
La piel enfrenta desafíos únicos durante el invierno debido a las bajas temperaturas, el viento frío y la calefacción interior, que pueden despojarla de su humedad natural.
Lo anterior, puede provocar que la piel pierda humedad, volviéndose seca, tirante y en algunos casos, puede causar descamación, agrietamiento y hasta exacerbación de condiciones como la dermatitis atópica o la psoriasis, especialmente en áreas más expuestas y sensibles como las mejillas, los labios, el cuello, el escote y las manos.
¿Cómo hidratar la cara en invierno?
Si sufres de sequedad en tu rostro, te recomendamos hidratar tu cara correctamente, evitar el contacto con agua caliente y usar humidificadores, en caso de que sea necesario.
A continuación, te compartimos con más detalle consejos para hidratar la cara en invierno saludablemente:
- Usa hidratantes adecuados. Opta por cremas hidratantes más ricas y emolientes que en verano. Las cremas que contienen ácido hialurónico, glicerina, y ceramidas pueden ayudar a retener la humedad de la piel.
- Evita el agua caliente. El agua muy caliente puede despojar a la piel de sus aceites naturales. Prefiere agua tibia al lavarte la cara.
- Hidratación interna. Beber suficiente agua es vital. Aunque no tengas tanta sed como en verano, mantener una buena hidratación ayuda a tu piel desde dentro.
- Humidificadores. Usar un humidificador en casa puede ayudar a reponer la humedad en el aire y evitar que tu piel se seque.
¿Cómo evitar la resequedad en la cara por el frío?
Para evitar que tu rostro se seque por el frío, te aconsejamos:
- Protegerte contra el viento y el frío. Cubrir la cara con bufandas o usar cremas protectoras cuando salgas puede ayudar a proteger la piel contra los elementos.
- Hacer exfoliaciones moderadas. Exfoliar ayuda a eliminar las células muertas de la piel, pero hacerlo con moderación es clave, ya que una exfoliación excesiva puede irritar la piel y quitarle sus aceites naturales.
- Evita el uso de jabones fuertes. Los limpiadores suaves son mejores en invierno. Los jabones fuertes pueden eliminar los aceites naturales de la piel.
12 consejos para cuidar tu piel en invierno
Si buscas recomendaciones para cuidar tu piel en invierno, nosotros te damos algunas. Recuerda siempre consultar con un dermatólogo/a para encontrar un tratamiento adecuado para tu tipo de piel.
- Hidratación intensiva. Aplica hidratante diariamente y varias veces al día, especialmente si sufres de condiciones como dermatitis atópica o psoriasis. Usa productos emolientes con ingredientes como lanolina o urea para mantener la piel nutrida y protegida.
- Protección de las manos. Evita lavar las manos excesivamente para prevenir dermatitis. Si necesitas hacerlo frecuentemente por trabajo, usa guantes, hidrata tus manos regularmente y aplica cremas con efecto barrera.
- Selección de productos suaves. Usa productos de limpieza suaves y testados dermatológicamente para lavarte las manos, la cara y el cuerpo, evitando aquellos que puedan ser agresivos para tu piel.
- Temperatura del agua. Opta por duchas con agua tibia y limita la frecuencia para no deshidratar tu piel. Evita el uso de agua muy caliente o muy fría.
- Cuidado de los labios. Hidrata tus labios regularmente y protégelos de la radiación ultravioleta, ya que son especialmente vulnerables en invierno.
- Protección solar y ocular. No olvides usar protector solar diariamente y lentes de sol, incluso en invierno, especialmente en zonas nevadas donde la reflexión del sol es más intensa.
- Uso de guantes y ropa adecuada. Protege tus manos y cuerpo del frío con guantes y ropa de abrigo, especialmente si eres susceptible a condiciones como sabañones o fenómenos de Raynaud.
- Evitar cambios bruscos de temperatura. Intenta minimizar el impacto de pasar de un ambiente frío a uno más cálido para prevenir la dilatación de capilares y la aparición de telangiectasias o arañas vasculares en la cara.
- Alimentación saludable. Incrementa tu ingesta de vitamina C y antioxidantes. Mantén una hidratación adecuada bebiendo entre 1.5 y 2 litros de agua al día.
- Evitar el tabaco y el alcohol. Estos hábitos pueden dañar tu piel, incrementando la producción de radicales libres y agravando la dilatación capilar facial.
- Rutina de cuidado nocturno. En tu rostro, aplica tratamientos más intensivos por la noche, como serums y aceites, para ayudar a reparar la barrera cutánea mientras duermes.
- Consulta con un dermatólogo. Si notas que tu piel está extremadamente seca, con picazón, o si tienes condiciones preexistentes que empeoran en invierno, lo mejor es buscar el consejo de un profesional.