Salud

10 beneficios de tomar agua que a menudo olvidamos

Desde su contribución al mantenimiento del equilibrio hídrico hasta su impacto en procesos metabólicos cruciales, el agua es fundamental para mantener los diversos sistemás de nuestro organismo.

Si eres de los que espera a tener sed para tomar agua o prefiere una bebida antes que un vaso de agua ¡Este post es para ti!

A continuación te contamos la importancia de tomar agua para tu bienestar, sus beneficios y cómo puedes empezar a incorporar este hábito saludable en tu día a día.

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Función del agua en el cuerpo

El agua desempeña diversas funciones vitales en el cuerpo humano, siendo un componente esencial para el mantenimiento de la vida y el funcionamiento adecuado de los sistemas orgánicos.

Algunas de las funciones principales del agua en el cuerpo son:

Hidratación y equilibrio hídrico. El agua constituye la mayor parte del fluido corporal y es esencial para mantener el equilibrio hídrico. Participa en la regulación de la cantidad de agua dentro y fuera de las células para asegurar un entorno interno óptimo.
Transporte de nutrientes. Actúa como un medio de transporte para nutrientes, minerales y otras sustancias esenciales. El agua facilita la absorción de estos elementos en el tracto gastrointestinal y su distribución a través del sistema circulatorio hacia las células y tejidos.
Regulación de la temperatura corporal. A través del proceso de sudoración, el agua contribuye a la regulación de la temperatura corporal. Al evaporarse, el sudor disipa el calor, ayudando a mantener la temperatura interna en niveles adecuados.
Participación en reacciones metabólicas. El agua es un componente esencial en muchas reacciones metabólicas del cuerpo, incluyendo la descomposición de nutrientes durante la digestión y la producción de energía en la respiración celular.
Lubricación de articulaciones. Contribuye a la lubricación de las articulaciones al formar parte del líquido sinovial, que reduce la fricción entre los huesos y facilita el movimiento suave de las articulaciones.
Estructura celular. El agua es un componente fundamental de las células. Forma parte del citoplasma, el cual alberga diversas estructuras celulares y es el medio en el que ocurren numerosas funciones celulares.
Eliminación de desechos. El agua es crucial para la eliminación de desechos del cuerpo. A través de la orina, el sudor y otras formas de excreción, el agua transporta y elimina productos de desecho y toxinas.

10 beneficios de tomar agua

La importancia de la hidratación en nuestro organismo es transversal y beneficia diferentes procesos que te contamos a continuación:

Hidratación. El agua es esencial para mantener el equilibrio hídrico en el cuerpo. Actúa como solvente universal, participando en una amplia variedad de reacciones químicas que permiten la vida. La hidratación adecuada es crucial para mantener la homeostasis y prevenir la deshidratación, lo que puede llevar a problemas de salud graves.
Regulación de la temperatura: El cuerpo humano regula la temperatura a través de la evaporación del sudor, un proceso que requiere una cantidad adecuada de agua. Durante la actividad física o en ambientes calurosos, el sudor ayuda a disipar el calor y mantener la temperatura corporal en niveles seguros.
Transporte de nutrientes: El agua actúa como medio de transporte para los nutrientes, facilitando su absorción en el tracto gastrointestinal y su distribución a las células a través del torrente sanguíneo. Esto garantiza que las células reciban los nutrientes esenciales para el funcionamiento óptimo del organismo.
Apoyo a funciones metabólicas: Participa activamente en procesos metabólicos, incluida la descomposición de nutrientes durante la digestión y la generación de energía a través de la respiración celular. El agua es un componente fundamental en estas reacciones bioquímicas.
Lubricación de articulaciones: El líquido sinovial, que permite el movimiento sin fricción en las articulaciones, está compuesto en gran parte por agua. Mantenerse bien hidratado es esencial para garantizar la adecuada lubricación de las articulaciones, reduciendo el riesgo de lesiones y mejorando la función articular.
Mejora cognitiva: La hidratación adecuada juega un papel vital en la función cognitiva. Incluso la deshidratación leve puede afectar la concentración, el tiempo de reacción y la memoria. Mantenerse hidratado favorece un estado de alerta mental y un rendimiento cognitivo óptimo.
Piel saludable: El agua contribuye a la elasticidad y firmeza de la piel al mantener las células cutáneas bien hidratadas. La deshidratación puede llevar a la sequedad y a la aparición prematura de arrugas, mientras que una hidratación adecuada favorece la luminosidad y la salud de la piel.
Desintoxicación del cuerpo: El agua actúa como un agente natural de limpieza al ayudar en la eliminación de toxinas y desechos a través de la orina y el sudor. Este proceso es esencial para el buen funcionamiento de los riñones y el hígado, órganos clave en la desintoxicación.
Control del peso: Beber agua antes de las comidas puede contribuir a la pérdida de peso al ayudar a reducir el apetito. Además, el agua no tiene calorías, lo que la convierte en una opción saludable y libre de azúcares añadidos para mantenerse hidratado.
Prevención de cálculos renales: Una ingesta adecuada de agua diluye las sustancias que pueden llevar a la formación de cálculos renales. Mantener los riñones bien hidratados es crucial para prevenir la cristalización de minerales y la formación de piedras en los riñones.

¿Cómo hidratarse correctamente?

Si no sabes como hidratarte correctamente, aquí te entregamos algunos consejos

Bebe suficiente agua a lo largo del día. Establece un objetivo de consumo diario. La cantidad de agua necesaria varía según factores individuales como la edad, el peso, la actividad física y las condiciones climáticas, pero un estándar común es de aproximadamente 8 vasos (unos 2 litros) al día.
Escucha a tu cuerpo. Si sientes sed, es una señal de que tu cuerpo necesita agua. Observa el color de tu orina. Una orina clara o de color amarillo claro indica una hidratación adecuada.
Distribuye tu consumo de agua a lo largo del día. No esperes a tener sed para beber agua. Consume agua regularmente durante todo el día. Para eso, lleva contigo una botella de agua reutilizable para facilitar el acceso al agua en cualquier momento.
Incluye alimentos ricos en agua en tu dieta. Come frutas y verduras con alto contenido de agua, como sandía, pepino, apio y naranjas. Estos alimentos también contribuyen a la hidratación.
Ajusta tu ingesta de agua según la actividad física. Aumenta tu consumo de agua si participas en actividad física intensa o si te encuentras en un clima cálido. Bebe agua antes, durante y después del ejercicio para mantener un equilibrio hídrico adecuado.
Limita el consumo de bebidas deshidratantes. Reduce la ingesta de bebidas con cafeína y alcohol, ya que pueden tener efectos diuréticos, lo que significa que aumentan la producción de orina. Compensa bebiendo agua adicional.
Añade sabor al agua de forma saludable. Si encuentras el agua aburrida, agrega rodajas de limón, pepino, menta u otras frutas para darle sabor natural sin añadir calorías.
Mantén una rutina de hidratación. Establece horarios específicos para beber agua, como antes de las comidas o cada vez que te tomas un descanso.

¿Cómo empezar a tomar agua?

Si no tienes el hábito de consumir suficiente agua y deseas comenzar a tomar más, aquí tienes algunos consejos para incorporar este hábito de manera gradual y efectiva:

Establece metas alcanzables. Comienza con metas realistas. Puedes establecer un objetivo diario de beber un número específico de vasos de agua, como por ejemplo, 8 vasos al día.
Lleva una botella de agua contigo. Ten una botella de agua reutilizable contigo durante el día. Esto te recordará constantemente que debes beber y facilitará el acceso al agua.
Establece horarios para beber. Asigna momentos específicos del día para beber agua, como al levantarte por la mañana, antes de las comidas o antes de acostarte. Establecer una rutina puede ayudarte a incorporar el hábito más fácilmente.
Añade sabor al agua. Puedes agregarle sabor de manera saludable. Prueba añadir rodajas de limón, pepino, menta o frutas para darle un toque fresco y sabroso.
Establece recordatorios. Configura recordatorios en tu teléfono o utiliza aplicaciones diseñadas para recordarte que bebas agua a lo largo del día.
Bebe antes de sentir sed. La sed es una señal de que ya estás ligeramente deshidratado. Beber agua antes de sentir sed puede ayudarte a mantener un equilibrio hídrico constante.
Reemplaza otras bebidas con agua. Considera reemplazar gradualmente otras bebidas con agua. Por ejemplo, en lugar de tomar una bebida, elige agua. Esto no solo mejora tu hidratación, sino que también reduce la ingesta de calorías vacías.
Observa tus hábitos actuales. Identifica momentos específicos en los que podrías incorporar fácilmente la ingesta de agua. Por ejemplo, beber agua mientras trabajas en la computadora o mientras ves televisión.

¿Cuál es el porcentaje de agua en el cuerpo?

De acuerdo a diversas fuentes, se estima que el porcentaje de agua en el cuerpo varía entre el 50 al 70% del peso corporal, dependiendo de factores como el sexo y la edad. Por ejemplo, en el caso de los recién nacidos, entre el 70 y 80% de su peso corporal es agua.

Ingesta de agua recomendada por la OMS

De acuerdo a un artículo publicado en Scielo, se recomienda una ingesta de 2.100-2.450 ml al día para una persona que pesa, en promedio, 70 kilos. Esta ingesta de agua corresponde con las recomendaciones europeas, las cuales van desde los 2 litros de agua para las mujeres y 2 litros y medio de agua para los hombres.

Por otra parte, el Ministerio de Salud de Chile recomienda ingerir de 6 a 8 vasos (2 litros) de agua al día para un adulto saludable que vive en un clima templado, sin incluir el agua que se ingiere a través de las comidas.

¿El te deshidrata?

La creencia común de que el té deshidrata es un mito. De hecho, el té, en general, puede contribuir a la hidratación y formar parte de tu ingesta total de líquidos. El té está compuesto principalmente de agua, que es esencial para mantener el equilibrio hídrico en el cuerpo y apoyar diversas funciones biológicas.

Algunas personas podrían pensar que el té deshidrata debido a su contenido de cafeína, que es un diurético leve. La cafeína puede aumentar la producción de orina, pero los estudios sugieren que esta respuesta es más pronunciada en personas que no están acostumbradas al consumo regular de cafeína.

Además, la cantidad de líquido en una taza de té generalmente supera cualquier efecto diurético de la cafeína, por lo que la contribución neta al equilibrio hídrico suele ser positiva.

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