3 consejos sobre la vitamina D en niños y niñas que te pueden ayudar
Jugar al aire libre, consumir alimentos o lácteos fortificados y hablar con un pediatra para ver la posibilidad de suplementarse, son algunos de los consejos para asegurarte de que tus hijos obtengan los niveles suficientes de vitamina D en su día a día.
La vitamina D es esencial para el crecimiento y desarrollo saludable de los niños. No solo ayuda en la absorción de calcio, indispensable para el desarrollo óseo, sino que también juega un papel crucial en el sistema inmunológico y la salud general.
En este post, te compartiremos información útil sobre la vitamina D, consejos para asegurar una adecuada ingesta en niños y responderemos a las preguntas más frecuentes sobre este tema.
¿Qué hace la vitamina D en los niños?
La vitamina D es un nutriente esencial que ayuda al cuerpo a absorber el calcio, fundamental para el desarrollo y mantenimiento de huesos fuertes. Además, contribuye a la función muscular, la comunicación nerviosa y al sistema inmunológico.
En los niños, una ingesta adecuada de vitamina D es crucial para prevenir el raquitismo, una enfermedad que puede causar deformidades óseas y retraso en el crecimiento.
Además, la vitamina D ha sido vinculada con la regulación del humor y la prevención de trastornos del estado de ánimo como la depresión, incluso en niños y adolescentes.
Fuentes de vitamina D
La vitamina D se puede obtener de tres maneras: a través de la piel, de la dieta y de suplementos. La exposición moderada al sol permite que la piel produzca vitamina D. Sin embargo, la cantidad de vitamina D que el cuerpo puede producir depende de varios factores como la ubicación geográfica y la estación del año.
Las fuentes dietéticas de vitamina D incluyen:
- Pescados grasos (como el salmón, la trucha y el atún)
- Yema de huevo
- Leche y productos lácteos fortificados
- Cereales y jugos fortificados
¿Cómo sé si mi hijo tiene deficiencia de vitamina D?
Los síntomas de deficiencia de vitamina D en niños pueden incluir:
- Fatiga: Aunque la fatiga puede ser causada por una variedad de factores, la insuficiencia de vitamina D puede contribuir significativamente a este estado, afectando la calidad de vida y el rendimiento diario de los niños.
- Dolor en los huesos: Una deficiencia de vitamina D puede llevar a una menor mineralización de los huesos, lo que provoca dolor y sensibilidad, especialmente en áreas como las piernas, las costillas y las articulaciones. Este síntoma es particularmente preocupante en niños, ya que puede afectar su capacidad para jugar y participar en actividades físicas.
- Debilidad muscular: La debilidad muscular puede manifestarse como dificultad para subir escaleras, levantarse de una posición sentada o realizar actividades físicas habituales. En niños, esto puede retrasar ciertos hitos del desarrollo motor, como gatear, caminar o correr.
Si sospechas que tu hijo tiene deficiencia de vitamina D, consulta con un pediatra, quien puede recomendar un análisis de sangre para confirmarlo.
Consejos para que tu hijo tenga buenos niveles de vitamina D
- Promueve la actividad al aire libre. Anima a tus hijos a jugar al aire libre durante al menos 10-20 minutos al día, preferiblemente cuando el sol no esté en su punto más alto para minimizar el riesgo de quemaduras solares.
- Incluye alimentos ricos en vitamina D. Asegúrate de incluir en la dieta alimentos ricos en vitamina D y considera productos fortificados si las opciones naturales son limitadas.
- Considera suplementos si es necesario. Si vives en una región con poco sol o si su hijo tiene una dieta restrictiva, consulta con un pediatra sobre la posibilidad de agregar suplementos de vitamina D.
¿Cuánta vitamina D necesitan los niños diariamente?
La cantidad recomendada puede variar según la edad, pero generalmente, los niños necesitan aproximadamente 400-600 UI (Unidades Internacionales) por día. Es vital consultar con un pediatra para obtener una recomendación personalizada.
¿Es posible tener una sobredosis de vitamina D?
Sí, aunque es raro, consumir demasiada vitamina D a través de suplementos puede llevar a la toxicidad, causando problemas como el calcio en la sangre, lo que puede dañar el corazón y los riñones. Por eso es importante seguir la dosis recomendada por un profesional de la salud.